Mantén los frenos de tu bicicleta en perfectas condiciones: Guía Completa
4 de enero de 2023
Si alguna vez te has visto en la necesidad de hacer una frenada de emergencia y has descubierto que tu bicicleta no frenaba de forma tan efectiva como esperabas, este es el artículo que necesitabas leer. Un buen mantenimiento de todos los elementos que hacen funcionar nuestra bicicleta es necesario para que la próxima vez vayamos con más seguridad y le perdamos el miedo a esas situaciones incómodas.
De todos los elementos que conforman la bicicleta, los frenos son, si cabe los más relevantes. No obstante, de nada sirve tener unos frenos en perfecto estado con unos neumáticos degradados o una pista deteriorada. En este artículo te daremos las claves para que lleves a cabo un buen mantenimiento de los frenos de tu bicicleta.
Índice
Análisis del desgaste
Lo primero que debemos hacer es mover las zapatas de la llanta para encontrar el punto de recorrido adecuado en la manilla de freno. Este paso es vital para compensar el inevitable desgaste que se produce en las zapatas a medida que estas se utilizan. En este sentido, es probable que sea complicado sacar la rueda, por lo que debes girar la palanca que destensará el cable.
Hora de cambiar las zapatas
En ocasiones no somos conscientes de que hay elementos que deben cambiarse porque no duran eternamente y, mucho menos, si le damos un uso frecuente. En el caso de que llevemos al extremo las zapatas podremos perjudicar la llanta, por lo que la señal por la que debemos fijarnos es la indicada por el fabricante.
Lo que sí es relevante es que seamos conscientes de las zapatas que tenemos, así como de las llantas, ya que tienen que adaptarse de forma correcta para que su funcionamiento sea óptimo.
Para cambiar las zapatas solo necesitarás aflojar el tornillo de seguridad sin sacarlo del todo y tirar de la zapata antigua. Colocas la nueva y aprietas el tornillo para que no se caiga y regulas la tensión del cable. El siguiente paso es accionar la manilla para alinearla con la zapata.
Centrar el puente de freno
A continuación, es preciso centrar el puente de freno sobre la llanta usando una llave plana. En este paso deberás frenar para comprobar si está bien colocado, por lo que puedes aflojar levemente la tuerca para posteriormente apretarla cuando consideres que está bien situado. En este paso alejaremos o acercaremos al milímetro las zapatas, aunque también conseguiremos que la frenada sea la óptima.
Si bien es cierto, en las bicicletas más actuales los usuarios pueden regular la progresividad de la frenada. Aunque viene fijada la posición con la potencia máxima, apretando el tornillo se puede modificar la curva de progresividad.
Es posible que a pesar de hacer todos los pasos que te indicamos, la bicicleta siga teniendo problemas para frenar. En este caso, te recomendamos que quites las fundas de freno de los topes para dejar el cable a la vista y poder limpiar esta zona. Si vemos que los cables y sus fundas están muy gastados debemos cambiarlos por unos nuevos, ya que en ocasiones el mal funcionamiento se debe a un rozamiento excesivo entre estos dos elementos.
Revisión continua
Debería ser obligatorio al menos una vez al mes llevar a cabo una completa revisión de nuestra bicicleta. No solamente el desgaste de algunas piezas influye en el rendimiento de los frenos, también la limpieza del resto de los componentes o incluso el agua y el barro de la carretera disminuye la efectividad de los frenos.
Definitivamente, un buen cuidado y mantenimiento de los frenos, además dee su ajustado cada vez que nos dispongamos a utilizar nuestra bicicleta son vitales para la seguridad y la confianza en nuestro trayecto.