revisando el estado ajustado de los frenos de una bicicleta

Cómo AJUSTAR los Frenos de una bicicleta

28 de diciembre de 2022

Todos los elementos que conforman una bicicleta deben pasar por un mínimo mantenimiento que nos asegure que están en perfectas condiciones. Si cabe, los frenos son una de esas piezas con las que no debemos bajar la guardia y asegurarnos en cada ruta que hagamos que están bien ajustadas. De hecho, son esenciales para nuestra seguridad y hay, como en todo, múltiples tipos, como los cáliper o los discos o contrapedal. Uno de los más comunes en bicicletas de montañas y algunas de ciudad es el sistema de frenos V o “V-brakes”.

A la hora de ajustarlos solo hace falta una llave del tipo “allen” de 5 mm, ya que casi todas las bicicletas emplean ese tornillo para sujetar el cable a las horquillas de freno. En el caso de que no tengas este tipo de llave, también puedes optar por una llave inglesa que sea de 5 mm igualmente.

Pasos para ajustar los frenos 

Lo primero que debes hacer es revisar que el cableado de frenos esté bien colocado, se encuentre lo más limpio posible y se deslice bien sobre la funda. En el caso de que no tenga un buen movimiento, se podrá utilizar algo de aceite para ganar más suavidad. A continuación, citaremos los pasos que debes seguir para ajustar los frenos de tu bicicleta.

Aflojar el tornillo

En este primer paso deberás poner toda tu concentración en liberar el tornillo del que hablábamos hace unas líneas, pero sin que se salga de su posición. Así, los brazos y las horquillas de freno se abrirán solas.

Turno para el tensor

Una vez superado el primer paso, deberemos buscar el tensor del chicote que está en la palanca de freno y girarlo en el sentido contrario a las manecillas del reloj. Una vez más, debes prestar atención para no sacarlo, solo llevarlo hasta el límite que nos permita. De esta forma tensaremos el tornillo, también llamado chicote.

Volvemos a las horquillas de freno

Lo que hasta ahora se podría hacer únicamente con una mano, necesitará en el paso tres nuestras dos extremidades funcionando al 100%. Así, mientras que con una cerramos las horquillas de freno, con la otra apretaremos el tornillo. Lo que conseguimos con esta acción es que las gomas de freno queden totalmente apoyadas en el rin de la bicicleta y la llanta quedará frenada y lista para el siguiente paso.

Destensa, pero despacio

Si el paso dos te lo sabes de memoria, ahora toca hacer todo lo contrario. Con sumo cuidado girarás media vuelta el tensor del tornillo hacia el lado derecho y probarás si la rueda ya gira. Debemos tener paciencia en este paso, ya que lo superaremos una vez la rueda gire libremente.

Hora para la fijación

Ya tenemos el tensor en la posición que queremos y lo que hay que hacer ahora es asegurarnos de que no se mueva, por lo que giraremos la rosca hasta conseguir el objetivo. Una vez lo tengamos listo, cambiaremos de freno y seguiremos los mismos pasos. 

A pesar de que toda nuestra atención se sitúe en la parte del frenado perteneciente a las ruedas, la palanca del manillar también es relevante. Para conseguir un uso más cómodo y eficaz, la palanca de freno debe quedar alineada con los nudillos de la mano. En ocasiones se coloca de forma totalmente horizontal y esto provoca un mayor esfuerzo al tocar la palanca con los dedos. El procedimiento para mover este elemento de posición es sencillo: mover el tornillo que la sujeta hasta situarla en el lugar correcto.

Como comentábamos al principio, existen más de un tipo de frenos de bicicleta, por lo que a continuación nos centraremos en los frenos de disco mecánico. La principal diferencia de ambos tipos de frenos es en donde se aplica la fuerza del frenado. Mientras que con el “V-brake” se aplica en el borde del rin, con el freno de disco la fuerza se ejerce en el buje de la llanta. Esta pieza envuelve al eje, aloja el disco de freno y se encarga de transmitir el movimiento de la transmisión a la rueda para que gire.

Se podría mantener un eterno debate sobre cuáles de los dos tipos de freno son mejores y, lo cierto, es que ambos cuentan con múltiples ventajas. En el caso del freno “V-brake”, pesan menos, son más aerodinámicos, más fáciles de reparar y más baratos. Por su parte, el freno de disco tiene mayor potencia de frenado, funciona mejor en clima húmedo, tiene un frenado más preciso y funciona bien con llantas anchas. 

La elección de estos frenos dependerá hacia dónde se encamine tu profesionalidad en este deporte. Si eres ciclista de ruta lo más recomendable sería optar por los frenos “v-brake”; pero, si eres ciclista de montaña el freno de disco funciona mejor con llantas anchas y no se pierde potencia de frenado. 

Bicihack

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