5 pasos para hinchar las ruedas de tu bicicleta

3 de abril de 2023

Las ruedas son los únicos componentes de nuestra bicicleta que están en permanente contacto con el suelo. Son las que nos hacen movernos, ayudadas por un sinfín de componentes más y es por ello por lo que resulta vital su cuidado y mantenimiento. Uno de los detalles que más se ignora a la hora de salir a montar en bicicleta es el estado en el que se encuentran las bicicletas. La presión, el tipo de válvula, la bomba que utilices, la medición y el acople adecuado entre la bomba y la válvula son algunos de los aspectos que requerirán tu atención antes de encaminarte a tu próxima ruta. En este artículo nos sumergiremos en los pasos necesarios que tendrás que dar a la hora de hinchar tus ruedas y ponerlas a punto para tu escapada.

Tipo de válvula

Lo primero a lo que deberás prestar atención es al tipo de válvula que tienes en los neumáticos de tu bicicleta, ya que cada rueda necesita un inflador distinto. Entre las válvulas más comunes destacamos la presta, también conocida como válvula francesa. Son las más estrechas y están diseñadas para soportar altas presiones, además de ser habituales en las bicicletas de carreras o de montaña. Antes de inflar el neumático, deberemos abrir la cabeza de la válvula girándola en el sentido de las agujas del reloj.

Las válvulas schrader o autoválvulas se suelen utilizar para las bicicletas de paseo y de uso diario. Su principal ventaja es que son compatibles con la misma bomba estándar que se utiliza para inflar los neumáticos de los coches. Este tipo de válvula cuenta con un acabado mucho más ancho en su extremo y es uno de los sistemas más utilizados en el mundo del ciclismo. Sin embargo, entre sus desventajas observamos que deja escapar el aire con mayor facilidad. 

Por último, la válvula Dunlop, también conocida como válvula Woods, se utilizan para las bicicletas de uso diario, de paseo y de fitness. Necesitan el mismo tamaño de orificio que las Schrader, de 8,5 milímetros y lo mejor es que se puede empezar a inflar el neumático sin necesidad de abrir el tapón de la válvula. 

Conexión entre la bomba y la válvula

Es, probablemente, uno de los pasos más sensibles de este proceso. La conexión entre la bomba y la válvula garantizará que el aire entre de manera eficiente, pero también evitará un posible daño o desprendimiento de la propia válvula. En este sentido, la mayoría de los infladores antiguos solo sirven para un determinado tipo de válvulas y se han quedado obsoletos en la actualidad, por lo que se recomienda elegir una bomba de aire moderna, que será compatible con los tres tipos de válvulas vistos. Una vez conectados ambos sistemas, podrás empezar a bombear revisando que el aire no se escape. 

Cuidado con la presión

La presión de las ruedas de nuestra bicicleta a menudo pasa desapercibida, pero es vital para conseguir una práctica adecuada. Cada juego de llantas requiere de una presión concreta que está encaminada a optimizar el rendimiento y la sensación de manejo en la carretera. En el caso de que aumentemos o disminuyamos la presión por encima o por debajo del valor que está establecido en nuestras llantas puede desencadenar graves consecuencias como accidentes, pinchazos o sentir incomodidad en los trayectos. Como normal general, los profesionales recomiendan una presión alta en terrenos llanos y asfalto liso. En cambio, cuanto más irregular sea la superficie por la que montemos en bicicleta, más baja debe ser la presión de los neumáticos.

Para medir la presión de los neumáticos, conviene que nos olvidemos del típico método manual de comprobarlo con las manos, ya que no es fiable ni preciso. Para solventarlo, lo mejor será hacerse con unas bombas que ya incorporan lo que necesites para medirlos.

Tipo de bomba

A pesar de que la evolución en el mundo del ciclismo es más que evidente y el mercado está repleto de nuevos materiales, todavía algunos deportistas continúan con las bombas de pie con manómetro incorporado. No obstante, los más tecnológicos y atrevidos se lanzan a los novedosos sistemas de inflado a partir de bombas con CO2 y revisión de presión con un manómetro digital. 

No importa el tipo de bomba que utilices, lo que sí es relevante es que prestes atención a los valores recomendados y te ajustes a ellos para garantizar un correcto mantenimiento de tu bicicleta.

Productos antipinchaduras

Uno de los motivos por los que tenemos que hinchar a menudo nuestras ruedas son los pinchazos que sufren nuestros neumáticos. Con la intención de reducir estos pequeños problemas al máximo, se han puesto de moda cubiertas macizas que no se desinflan ni se pinchan y vienen en varias medidas. Los productos antipinchaduras se sitúan en el interior de la cámara y reducen todo lo posible las pinchaduras. Entre los más destacados están los líquidos antipinchazos que duran un tiempo máximo de ocho meses colocados. Entre sus desventajas tenemos que hay que cambiar la cámara para renovarlo, pero se han convertido en una buena ayuda para lidiar con los pinchazos. 

En definitiva, estos son algunos pasos sencillos que deberás realizar para cumplir con una revisión frecuente en el estado de tus neumáticos y optimizar así tus recorridos con un mantenimiento adecuado. 

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