5 consejos para mantener tu bicicleta en perfecto estado

Se trata de una de las actividades recreativas más saludables y divertidas, ya sea para recorrer la ciudad o la montaña. Andar en bici ha dejado de ser ya una moda para convertirse en un hábito que cerca de 20 millones de personas practica en España, según el barómetro de la bicicleta en España 2022. Sin embargo, un uso frecuente de cualquier tipo de medio de transporte, implica una revisión constante, un cuidado y un trato por parte del usuario que le asegure un correcto funcionamiento. 

El uso insistente que se hace de la bicicleta hace que, evidentemente, su buen estado se vea afectado y sus condiciones óptimas se vayan reduciendo. Para evitar pasar por un mal momento, lo mejor será que el usuario tenga presente cuáles son los principales cuidados que se deben hacer en una bicicleta sin que deban ser expertos en el área. Más bien dependerá de la propia atención, una mínima disciplina y seguir unas cuantas recomendaciones. A continuación, se desarrollarán cinco consejos para mantener tu bicicleta en perfecto estado.

Guardarlas en lugares adecuados

Parece un aviso sin importancia, pero el almacenamiento de las bicis es uno de los aspectos fundamentales para mantenerlas en buen estado, ya que es donde pasarán la mayor parte del tiempo, por lo que sus condiciones deben ser adecuadas. 

Lo primero que debemos tener en cuenta es que no debe estar al aire libre, porque los factores del clima como la humedad o el agua de la lluvia pueden incidir directamente en el rendimiento de la bicicleta, además de los posibles robos que podamos sufrir, por lo que buscaremos un espacio cerrado. Con el objetivo de que no cause oxidación en las partes metálicas de la bici, deberemos evitar lugares en los que sean protagonistas la humedad y el agua. Además, no debe haber polvo, por lo que se recomienda cubrir la bicicleta si va a estar una temporada sin salir.

Limpieza continua

Puede que sea lo más cansino y lo que más pereza genere, pero mantener la bicicleta limpia es el primer paso para evitar que sus componentes se deterioren mucho más rápido. Esta limpieza deberá hacerse cada vez que se utilice o, al menos, una vez a la semana, pero lo importante es mantener una constancia en esta tarea. De esta forma, nos ayudará a prolongar la vida útil de los componentes y evitar averías inesperadas.

Un cubo lleno de agua y un trapo no es suficiente para este lavado. La limpieza del marco no es la misma que la de las cadenas. Mientras que la primera requiere de agua y detergente, la segunda exige una limpieza seca para evitar la oxidación de la que hablábamos en las líneas anteriores. 

Precisamente esta limpieza en seco permite la lubricación, encargada de que todo el sistema de tracción se mueva con fluidez. La lubricación de las cadenas es vital. Estas piezas son clave y se ven más afectadas a medida que las bicicletas son usadas con mayor asiduidad, porque son las que hacen el esfuerzo del movimiento y las que reciben los residuos. Además de hacerlo con un correcto aceite lubricante, realizarlo periódicamente es una buena manera de alargar la esperanza de vida de las cadenas.

Revisión de los frenos

La humedad es una de las enemigas de las bicis, porque endurecen los cables de los frenos, lo que deriva en que la presión que se haga en las manillas no tenga efecto en los frenos y las consecuencias pueden ser catastróficas. 

Por la seguridad del ciclista y la de los otros, se debe hacer una revisión continua tirando de los frenos y sosteniendo las palancas para ver si funcionan bien; también tenemos que analizar que las pastillas no se hayan desgastado hasta el límite indicado; estudiar que las pastillas de freno toquen correctamente el disco y, finalmente, hacer un buen uso del limpiador de frenos para lograr resultados óptimos.

Los frenos es uno de los puntos más sensibles por lo que te recomendamos el siguiente artículo para que lo tengas todo bajo control.

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Punto óptimo de los neumáticos

Las ruedas son “los zapatos de la bici”, por ello resulta importante que estén en buenas condiciones. Es complicado que el nivel de aire en los neumáticos mantenga siempre su punto óptimo, ya que la presión que hacen de aguantar el peso del ciclista, así como soportar los posibles cambios en el terreno, provoca que el aire se escape. Si es demasiado baja esta presión, el esfuerzo para mantener la velocidad será mucho mayor que si tuviera presión adecuada. 

Además, es conveniente saber que la llanta trasera debe tener más presión, debido a que soporta más peso que la delantera. No es necesario hacer una fórmula matemática para llegar a este dato, ya que la presión adecuada está señalada en el neumático. Hacer una revisión constante de los neumáticos antes de utilizar la bici es lo más recomendado por los expertos. 

Revisa los tornillos

Las piezas de la bicicleta están unidas por docenas de tornillos y tuercas y, a pesar de que es complicado que alguno de estos se suelte de repente, el uso continuo de este medio de transporte puede hacer que nos llevemos un susto. Mantener una bicicleta apretada es decisivo, ya que las tuercas y tornillos flojos o mal apretados pueden provocar un desgaste peligroso, reducir el rendimiento y crear peligro al conducir.

La mejor forma para cerciorarnos de que todo esté bien es hacer una revisión semanal rápida. Para ello, será mejor que nos aseguremos de consultar con el manual del fabricante, ya que un apriete insuficiente puede provocar desestabilidad, mientras que un apriete excesivo es posible que genere daños físicos. 

Al igual que sucede con los coches, las bicicletas también tienen la oportunidad de pasar una revisión. Dependiendo de la marca, normalmente esta ITV la pasan entre el mes y el sexto mes después de comprarla, con la que se comprobará el perfecto funcionamiento. Más adelante, entre los tres y cinco años, muchos componentes comienzan a sufrir desgastes por lo que necesitarán su recambio.

Las ventajas que tiene un buen cuidado de la bicicleta derivarán en viajes más agradables, mayor seguridad y, sobre todo, una larga vida a todos sus componentes.