Cómo limpiar y engrasar una bicicleta

Andar en bici es una pasada: te permite experimentar un rato muy agradable, fresco, extremo o entretenido, dependiendo del tipo de disciplina que decidas practicar. Sin embargo, tanto si conduces en un entorno rural y montañoso, como si lo haces entre calles y avenidas de la ciudad cerca de tu vecindario, el barro y la suciedad se adhieren de forma irremediable a todas las partes de tu vehículo, por lo que saber cómo limpiar y engrasar una bicicleta es esencial.

Después de un buen paseo, al completar tu rutina de ciclismo de montaña, BMX, de aficionado o de descenso, llega el momento de mojarse un poco con agua, limpiar la bicicleta y aplicar los pasos de lubricación necesarios para mantenerla en un estado de funcionamiento óptimo.

La frecuencia y regularidad de esta limpieza es esencial para que puedas disfrutar al máximo de todo lo que puede ofrecerte. Por eso, limpiar la bicicleta con agua, desengrasar y engrasar la cadena y demás componentes, son pasos necesarios que forman parte esencial de su mantenimiento, algo que puedes aprender y practicar fácilmente por tu propia cuenta, sin el apoyo de un profesional.

¿Te preocupa no saber cómo hacerlo o asegurarte de que lo estás haciendo de manera correcta? En este artículo te explicamos cómo limpiar tu bicicleta de forma sencilla y rápida, paso a paso.

Consejos prácticos

En función del uso que le dés, la limpieza de la bicicleta debe establecerse como una rutina de mantenimiento mensual, semanal o diaria.

Entre los elementos que influyen en la regularidad de engrasar o desengrasar y lavar algunas de sus partes con agua, podemos mencionar la condición del terreno que frecuentas al conducir.

Por ejemplo, si sueles circular por un entorno rural cargado de barro y lodo, típico de senderos y pendientes montañosas, sin duda será necesario limpiar la bicicleta con mayor frecuencia, algo que puede cambiar si tu rutina de uso se limita a dar unas vueltas por el parque o por tu vecindario.

Lo mismo aplica para el tipo de conducción, que podemos definir tomando como referencia una comparativa entre la suciedad acumulada en la bicicleta de un rider de ciclismo montañoso o de bicicletas de descenso, con la que se halla en una bicicleta de paseo.

Las primeras estarán mucho más sucias que las segundas, debido a la exposición que tienen en terrenos irregulares con piedras, baches, tierra y desniveles, que implican mucha más velocidad, rapidez y agresividad en el pedaleo y en la conducción.

Por tanto, para que pueda funcionar a su máxima potencia y tenga un desempeño óptimo, es indispensable saber cómo limpiar la bicicleta con agua, desengrasar y engrasar sus partes, cumpliendo los protocolos de lubricación apropiados, con la frecuencia que se requiera su mantenimiento.

Kit de materiales

Los materiales que necesitas para limpiar la bicicleta son muy simples, sencillos y fáciles de adquirir. Es probable que mucho de ellos los tengas ya en casa. Algunos son incluso descartables y sustituibles por otros. Puedes conseguirlos en una gran variedad de tiendas online y a buen precio. El coste dependerá de la marca y del tipo, por lo que dispones de muchas opciones para elegir. A continuación, te detallamos la lista del kit de materiales para limpiar la bicicleta.

Cubetas de agua

Prepárate para limpiar tu bicicleta armándote de un par de cubetas, la primera solo con agua, la segunda con agua y jabón.. Asegúrate de tenerlos a mano antes de comenzar tu rutina de limpieza y mantenimiento.

Cepillos

La herramienta esencial que necesitas para hacer realidad esa imagen que te haces en tu mente de tu bici pulcra, nueva como el primer día, es el cepillo, o en este caso los cepillos, ya que hay distintos tipos con características específicas que te serán de gran utilidad, tanto largos y finos para llegar a las partes más difíciles, como gruesos y grandes con cerdas suaves, para las partes más grandes, buscando conservar en perfecto estado la pintura y los acabados.

Toalla

Aunque parezca obvio para qué necesitas una toalla, no está de más recalcarlo: su principal objetivo para limpiar la bicicleta es retirar la suciedad y secar bien todas las partes que fueron mojadas con agua. En general, te servirá mucho más una toalla de tipo microfibra, especiales para no dejar restos de tela, aunque cualquier toalla normal es aceptable.

Líquido desengrasante

Una vez finalizado el ciclo útil previo de engrasar la cadena, la sustancia tiende a tornarse viscosa y densa, provocando que la fluidez al pedalear se interrumpa y sea un dolor de cabeza conducir tu bicicleta. Por eso necesitas el líquido desengrasante, para eliminar todo ese lubricante reseco y dejar tu cadena lista para una nueva lubricación.

Lubricante

En contraste con el líquido desengrasante, el lubricante para bicicletas es otro elemento clave del mantenimiento. Lo utilizarás para engrasar desde cero la cadena y los desviadores, dejándola lista para pedalear a tope, con la fluidez y el ritmo ideal.

Limpiador de bicicletas

Existe una gran variedad de marcas y tipos de limpiador de bicicletas, que generalmente vienen en espray, para que puedas llegar a las áreas más difíciles de tu bici. Se complementa con un poco de agua y opcionalmente jabón. También posees alternativas amigables con el medio ambiente.

Pasos para limpiar tu bici

Lo primero que debes saber sobre cómo limpiar la bicicleta, engrasar y desengrasar, es que cada uno de sus componentes requiere una técnica y aplicación específica, aunque en general el trabajo será aplicar líquido limpiador y agua, pasar un paño o toalla por algunas partes y en otras restregar con un cepillo. Por último, deberás secarla y lubricarla, para dejarla lista para la acción.

Este es un proceso que te recomendamos hacer con calma y paciencia, sobre todo al aplicar el agua, ya que, si decides utilizar una manguera de alta presión, puedes causar daños importantes en el sistema de frenado y de cambios de velocidad. La mejor opción es no utilizar agua a presión.

Retirar las llantas

Aunque es opcional, si quitas las ruedas antes de empezar a trabajar, te será todo más fácil y accesible. Dado que es un procedimiento muy sencillo, puedes tomarlo en cuenta como primer paso para limpiar tu bicicleta.

Limpiar el cuadro

Empieza por aplicar agua en abundancia al cuadro, como te recomiendo arriba, sin usar agua presurizada con una manguera. La elección de la cubeta de agua será siempre la más apropiada.

En este paso inicial, quita la suciedad más evidente de toda esta área, abarcando las partes más grandes y macizas de la bicicleta, siempre de arriba hacia abajo, pues si lo haces al contrario, terminarás por ensuciar lo que has limpiado en principio y tendrás doble trabajo.

Acto seguido, aplica el limpiador de bicicletas. Si has adquirido uno de espray, rocíalo por todo el cuadro y cepilla suavemente para remover los rastros de barro, lodo o tierra. Utiliza el cepillo largo y fino para las áreas estrechas, y el más grande y grueso para los tubos principales.

Dado que el cuadro es la parte más grande y fuerte de la bici, puedes restregar con un poco más de fuerza que en otros componentes. Si utilizas el cepillo adecuado, la pintura no sufrirá daños o rayones.

Limpiar los componentes específicos

Ahora es momento de limpiar la dirección, el manillar, el tubo superior, el sillín, la tija y la horquilla. Agua y jabón, con una toalla y un cepillo, son los complementos y herramientas ideales para llevar a cabo esta tarea. Después de fregar las partes con suciedad acumulada, retira todo con abundante agua.

Cuando te dispongas a limpiar los frenos, es importante evitar que caiga jabón en las pastillas o en los discos.

Limpiar la transmisión, la cadena y los cambios

En este paso, sigue la misma secuencia anterior: restregar con agua y jabón para retirar la suciedad acumulada. Posteriormente, aplicar el líquido desengrasante y el limpiador de bicicletas a la cadena, los platos, los cambios y el desviador.

Para aplicar el desengrasante, dispones de dos alternativas: puedes hacerlo directamente sobre la cadena, abarcando toda su extensión, o de forma indirecta, esparciendo el líquido para desengrasar con una toalla o un cepillo, para luego pasarlo por los componentes que se deben desengrasar en el mantenimiento.

Retirar la suciedad con agua

Una vez que hayas fregado, cepillado y restregado todos los componentes de tu bici, puedes usar otra toalla limpia y seca, rociar agua abundante sin presión sobre todas las partes y retirar la suciedad y el jabón, empezando nuevamente de arriba hacia abajo.

Para limpiar las llantas o ruedas, basta con el mismo cepillo grueso o con un trapo. Sumérgelo en agua y jabón y pásalo con fuerza por toda el área de cada rueda. Retira la suciedad con agua y listo.

Engrasar la cadena

Aplicar el lubricante para engrasar la cadena es el último paso antes de rearmar las llantas y salir de nuevo al ruedo. Para ello, solo tienes que lubricar la transmisión con el líquido para engrasar que hayas adquirido.

Recuerda que existen muchos tipos y opciones para engrasar la cadena de tu bici, siendo las más populares la grasa, la cera y el aceite lubricante. Utiliza la que consideres más apropiada para las características de tu bicicleta y según el entorno en el que sueles conducirla.

Este es uno de los pasos más importantes del mantenimiento, pues engrasar la cadena es lo que marcará la diferencia en cuanto a su desgaste. En este punto, ya tu cadena deberá estar limpia, seca y desengrasada.

Luego, al aplicar el lubricante para cadena, asegúrate de abarcar todos los eslabones con gotitas, sin excederte en la cantidad aplicada. Para hacerlo, primero debe haberse secado el desengrasante.

¡Ahora todo está listo para volver al ruedo! Lleva siempre un seguimiento y registro temporal de tus ciclos de mantenimiento y aplícalos religiosamente cuando sea necesario. De esta manera, disfrutarás al máximo de tu bicicleta, sin limitaciones.